El trágico asesinato de nuestra compañera María Belén Cortés Flor, educadora social de 35 años, en un piso tutelado de Badajoz, ha conmocionado profundamente a toda la comunidad profesional del sector social.
Este doloroso incidente debe ser un punto de inflexión para que las autoridades competentes implementen medidas efectivas que garanticen la seguridad y dignidad de los profesionales del sector social. No podemos permitir que la labor de quienes dedican su vida a la reinserción y apoyo de los más vulnerables se realice en condiciones de riesgo.
Expresamos nuestra más profunda solidaridad con la familia, amigos y compañeros de Belén. Su memoria nos impulsa a seguir luchando por condiciones laborales justas y seguras para todos los trabajadores sociales.
FE-USO CLM