USO reafirma su compromiso con los derechos humanos, concretado en nuestra responsabilidad de promover iniciativas que aseguren un futuro digno para todos
Cada 10 de diciembre, el mundo conmemora este día, recordando la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. Este documento histórico establece los derechos fundamentales que nos pertenecen a todos, sin distinción de raza, género, religión o condición social. Sin embargo, a pesar de los avances, todavía enfrentamos desafíos significativos para garantizar que estos derechos sean una realidad para todos.
La ONU defiende que los derechos humanos afectan a todas las personas y por ello, el lema de la campaña de este año, “Nuestros derechos, nuestro futuro ¡Ya!” sirve de cierre al 75º aniversario de su declaración, que se celebró en 2023. La ONU se centra en enfatizar que los derechos humanos son un camino hacia las soluciones, desempeñando un papel fundamental como fuerza preventiva, protectora y transformadora. No solo son la base de la paz y la seguridad, sino también el motor de soluciones globales para problemas interconectados como el cambio climático, la desigualdad y la polarización social.
¿Dónde se están violando los derechos humanos?
El panorama actual refleja importantes desafíos. En cuanto a conflictos y crisis humanitarias, destacamos:
- Gaza y Oriente Medio. El conflicto reciente ha dejado un saldo devastador, con más de 1.,000 civiles muertos, entre ellos miles de niños, según datos de la ONU. La población enfrenta bloqueos que limitan el acceso a agua, alimentos y atención médica, lo que constituye una grave violación del derecho a la vida, la salud y la dignidad humana.
- Ucrania. Más de 18 millones de personas necesitan asistencia humanitaria tras meses de ataques a infraestructuras civiles, incluidas escuelas y hospitales, en violación del derecho internacional humanitario.
- Sudán. El conflicto armado interno ha desplazado a más de 4 millones de personas y ha generado hambruna en múltiples regiones, mientras mujeres y niñas son víctimas de violencia sexual sistemática.
No podemos olvidar tampoco el terrorismo y extremismo, por ejemplo, en el Sahel, donde grupos armados siguen ejecutando masacres indiscriminadas, secuestros y violaciones, siendo mujeres y niños los más afectados, o en Afganistán, con el regreso de los talibanes que ha restringido los derechos de las mujeres a niveles alarmantes, prohibiéndoles trabajar, estudiar y participar en la vida pública.
La represión política y social también es otra realidad actual. En Myanmar, la junta militar reprime protestas pacíficas con ejecuciones extrajudiciales y arrestos arbitrarios. En Irán, más de 22.000 manifestantes han sido arrestados desde 2022 por exigir libertades básicas, y las ejecuciones aumentan como mecanismo de intimidación. Y, otra vez, an Afganistán, además de la represión contra mujeres, la prensa y la sociedad civil son objetivos de ataques sistemáticos.
En cuanto al trabajo precario, a nivel mundial, más de 2.000 millones de personas trabajan en condiciones de informalidad, sin acceso a seguridad social ni derechos laborales. Esto se agrava con el auge del trabajo digital no regulado, dejando a millones de trabajadores sin protección legal ni acceso a condiciones laborales dignas.
La CES y la CSI, comprometidas con la protección de los derechos humanos
Para este Día Internacional de los Derechos Humanos, la CES ha reafirmado su compromiso con su protección en Europa, destacando:
- El fortalecimiento de los derechos laborales básicos, incluyendo el derecho a la negociación colectiva, especialmente en un contexto de precarización laboral y crecimiento del trabajo digital.
- La lucha contra el retroceso democrático en Europa, con un llamamiento a los Gobiernos europeos para que garanticen la libertad de expresión, asociación y protesta frente al aumento de políticas autoritarias y de extrema derecha en la UE.
- El avance en la transición justa, que garantice empleos dignos en sectores afectados por la transformación verde y digital, sin dejar a nadie atrás.
La CES ha lanzado un llamamiento a las instituciones europeas para que refuercen la Directiva de Debida Diligencia en Empresas, asegurando que éstas respeten los derechos laborales, sociales y ambientales a lo largo de sus cadenas de suministro globales.
Por su parte, la CSI ha centrado su mensaje este año en la necesidad de proteger los derechos humanos en un contexto de crisis global interconectada. Entre sus prioridades destacan:
- El fin de la represión sindical y laboral en países donde los derechos de los trabajadores están bajo ataque sistemático, como Bangladesh, Colombia y Filipinas.
- El fortalecimiento de la justicia climática, con una transición justa que proteja los derechos de los trabajadores y las comunidades más vulnerables al impacto del cambio climático.
- La protección de las mujeres trabajadoras, que enfrentan un aumento de la violencia de género y discriminación en el lugar de trabajo, agravada por los conflictos y las crisis económicas.
La CSI también ha hecho un llamamiento a implementar con urgencia el Convenio 190 de la OIT contra la violencia y el acoso en el trabajo.
Ambas organizaciones coinciden en que el respeto a los derechos humanos es esencial para lograr sociedades justas, sostenibles y democráticas, y abogan por fortalecer la acción colectiva y sindical para garantizar estos derechos.
USO se suma a esta lucha por los derechos humanos
Desde USO nos sumamos a esta lucha por los derechos humanos desde los foros locales e internacionales en los que participamos, con un compromiso firme hacia el trabajo decente y la justicia social. Algunos de los espacios clave donde desarrollamos nuestra acción son:
- El Consejo de Desarrollo Sostenible, donde defendemos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 8, sobre trabajo decente y crecimiento económico.
- Foros de empresas responsables, donde trabajamos para garantizar que las prácticas empresariales respeten los derechos laborales y ambientales.
- Ámbitos internacionales, como la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y la Confederación Sindical Internacional (CSI), apoyando directivas para proteger los derechos de trabajadores en plataformas digitales y regulando nuevas formas de empleo.
- Fondo de Solidaridad Internacional, a través del cual ayudamos a fortalecer sindicatos en países en crisis, proporcionándoles recursos para combatir el trabajo informal y defender los derechos laborales.
Desde USO reafirmamos nuestra responsabilidad de impulsar campañas globales contra la violación de los derechos humanos y promover iniciativas que aseguren un futuro digno para todos. Creemos que, un mundo más justo y sostenible, sólo puede construirse con la acción colectiva y la defensa inquebrantable de los derechos fundamentales.